Como otras veces, los componentes de AFOTAR y algunos invitados, nos reunimos pasar un día de otoño en uno de los bosques mágicos de nuestra geografía, “El Castañar de El Tiemblo”. Para ello nos pusimos en marcha a primera hora de la mañana quedando en la puerta de nuestra asociación, punto habitual de encuentro. Éramos siete esta vez, con alguna baja en el último momento pero cada vez somos más en nuestro pequeño-gran grupo de socios, asi que es normal.
Una vez estuvimos todos y nos distribuimos en los coches, nos pusimos en marcha con dirección a nuestro destino fotográfico. Un día de sol y calor nos esperaba por delante para disfrutarlo con nuestras cámaras. Al ser un día festivo, el día de Todos los Santos, ya augurábamos un día movidito de gente y coches. Y así fue, cuando llegamos nos tropezamos con caravanas, colas y buses, pero nada de esos nos paró. Con un cafetito en el cuerpo para calentar motores conseguimos llegar más bien tarde que pronto, pero no menos ilusionados y maravillados a la vista de cómo cambiaba el pinar para dejar paso a castaños y robles marcaban los bordes de la pista por la que iba el autobús del ayuntamiento.
Ya en la zona recreativa del castañar empezamos el Sendero que consistía en una ruta de 4 kilómetros de trazado bastante suave y muy fácil de realizar. Inauguramos la salida con una foto grupal.
Y a partir de ahí fotografiamos todo cuanto vimos. Castaños, robles y demás árboles de hoja caduca aún pendiente del cambio de color. Este año el tiempo nos ha dejado unas tonalidades más verdes que esos ansiados amarillos, rojizos o anaranjados del otoño. Algunos de nosotros hubiéramos preferido esos coloridos pero aun así nos reímos y pasamos un agradable rato entre amigos y cámaras. Era todo muy espacioso y nos hizo muy buen tiempo.
La primera parada fue en un pequeño puentecito donde aprovechamos para hacer fotos por los alrededores.
Proseguimos por el camino que asciende ligeramente hasta alcanzar una breve pradera donde destaca un refugio aún en uso.
Y antes de seguir fue imprescindible continuar para localizar el ejemplar más anciano y asombroso del bosque, “El Abuelo”. Cuyo tronco está totalmente hueco ofreciéndonos una imagen fantasmagórica y fascinante a partes iguales. Que nos embelesó para hacer una nueva foto grupal.
Tras hacer una parada para comer nos encontramos con un riachuelo que nos brindó la oportunidad de hacerle fotos mientras disfrutábamos relajados.
Después de un rato continuamos hasta llegar a una pradera que nos dejó imágines tan espectaculares como estas:
La ruta llegaba a su fin pero pudimos pasar otro buen rato, gozar de la naturaleza y la fotografía. Asique aquí os dejamos las fotos que hicimos para que disfrutéis de nuestro paseo como nosotros lo hicimos.